lunes, 24 de junio de 2013

Contenidos relevantes y actualizados



Para visualizar la importancia que poseen los contenidos, puede resultar relevante advertir que un alumno de graduación a distancia que hace seis asignaturas en un semestre, tendrá como lectura obligatoria en el período cerca de 1.500 páginas. En cambio, un alumno de enseñanza presencial equivalente, tendrá una carga de lectura obligatoria  de aproximadamente 400 o 500 páginas

Los contenidos son la materia prima de un curso y su tratamiento requiere considerar, además de la confrontación con el estado actual del conocimiento disciplinar, los siguientes aspectos:





·         No todo contenido es susceptible de administrar pedagógicamente a través de un medio ambiente virtual.

·         La elección del contenido para desarrollar un Curso Virtual debe estar justificada y fundamentada.

·         El desarrollo de contenidos es el costo individual más importante en la programación de un curso virtual. Representa aproximadamente el 60% del costo global de un curso.[1]

·         Se estima que el desarrollo de contenidos virtuales requiere una mayor inversión inicial de recursos, tiempo, planificación y diseño (600 hs de contenido + 420 hs de diseño)

·         Los contenidos actualizados son un bien escaso en la Región.

·         Requieren de la intervención de expertos en el tema.

·         El autor de los contenidos debe comprender la diferencia que existe entre sus conocidos y clásicos informes de investigación  y las condiciones de apropiación que requiere un texto destinado a un fin formativo.

·         Al importante: no olvidar que los contenidos deben ser ricos y variados en propuestas ya que sustentan la motivación.


[1] Para una ampliación, ver: Fontela, Marcos et al. Contenidos de e-learning. Tendencias, procesos, recomendaciones. Buenos Aires, AXG Tecnonexo, 2004.

lunes, 17 de junio de 2013

Aula Virtual: sus cuatro elementos fundamentales



Los cuatro elementos a considerar: contenidos; procesamiento pedagógico de los contenidos; tutoría virtual; herramientas y dispositivo tecnológico



Estamos seguros que es posible adquirir información en toda clase de Aula Virtual; pero, debido a una exigencia de tipo formativa entendemos que seria deseable que aquello se aprenda no solamente sirva como una habilidad o conocimiento adquirido, sino, particularmente, como una manera de reflexionar para mejorar e intervenir de modo relevante en la realidad.

Para ello es indispensable que los temas y conductas desarrolladas en el aula puedan ser valoradas al punto de desear trasladarlas fuera de ellas, tal como si fuera una pauta integrada en una nueva manera de ser y pensar el mundo.  

Veamos este tema con más detalle.

Un Aula Virtual es, como cualquier ambiente educativo, un espacio cultural. Sin embargo, no todas son capaces de generar procesos sensibles a la socioconstrucción del conocimiento y a la incorporación de lo que David Perkins denomina como “cultura de pensamiento”.[1]

Por eso, cuando pensamos en las condiciones que un aula virtual debería mostrar para impactar en el aprendizaje y en la experiencia formativa de manera relevante y positiva, se nos presentan cuatro dimensiones ineludibles:

·         Contenidos: los que deben ser relevantes, actualizados y eruditos.

·         Procesamiento pedagógico: de los contenidos, lo que evita la sola presencia de la información. Ello no refiere solamente a los elementos ilustrativos sino fundamentalmente a la introducción de instancias que inviten a pensar, reflexionar y a dialogar con el texto y el contexto social y cultural del Aula Virtual.

·         Tutoría Virtual: gracias a lo cual es posible fomentar un clima y una cultura de interacción entre los integrantes del aula, en donde se aprende a pensar con otros, colaborativamente. Al mismo tiempo, los Tutores tienen la responsabilidad de introducir retroalimentaciones significativas que permiten ofrecer seguimiento evaluativo y autoevaluativo a los estudiantes.

·         Dispositivo Tecnológico: refiere a las herramientas que facilitan la comunicación y la interacción necesaria en la socioconstrucción del aprendizaje.



[1] Véase, para una ampliación: Shari Tishman, David Perkins, Eilen Jay. Un aula para pensar. Aprender y enseñar en una cultura de pensamiento. Buenos Aires: Aique, 1997.