Cuál es mi narrativa como docente?
Luque Mónica
jueves, 21 de marzo de 2024
domingo, 22 de marzo de 2015
Principales tendencias y desafíos para el aprendizaje en línea
by ISTEC NEWS on FEBRERO 17, 2015

por Mónica G. Luque, directora de la iniciativa ACE del Consorcio Iberoamericano para Educación en Ciencia y Tecnología (ISTEC)
1. La investigación en el sector e-learning seguirá siendo liderada por instituciones no universitarias.
Lo primero que debemos mencionar es que la documentación en base a la cual enunciaremos nuestras previsiones no proviene de universidades o centros de investigación, sino de empresas involucradas con el e-learning.
Esta es una tendencia que se viene sosteniendo desde que las antiguamente llamadas NTICs irrumpieron en el escenario de la educación.
Aunque sea penoso aceptarlo, la academia permanece caminando muy lentamente detrás de las innovaciones que la industria de los cursos online nos ofrece.
Por tanto, es muy probable que en el próximo año todo continúe del mismo modo, ya que las instituciones educativas continuarán enfocadas en la captación de un público (cada vez más extenso). Y no tanto en el estudio y la investigación sobre este ámbito de la formación humana.
2. Los procesos de Big Data arrojarán conocimiento contrastable al ámbito de las Ciencias de la Educación
En la misma línea de lo mencionado en el punto anterior, es de esperar el impacto que tendrán sobre la teoría acumulada en torno a las Ciencias de la Educación, los resultados que provienen de las herramientas que operan bajo el procesamiento Big Data.
Esta reciente disciplina, más desarrollada en el ámbito de los negocios y el marketing, nos entregará información acerca de cómo opera el aprendizaje, la cual podrá contrastarse, por primera vez, con datos concretos y obtenidos de la propia realidad.
Esta clase de análisis, si bien viene desarrollándose en forma creciente especialmente en la Universidad de Stanford, es muy probable que en unos meses más nos revele claramente:
- cómo se aprende en el medio virtual,
- qué estrategias se emplean para navegar los contenidos,
- cómo los estudiantes emplean sus recursos metacognitivos,
- qué hacen los alumnos respecto del uso del tiempo y ante las instancias de evaluación,
- etcétera
Por tanto, podemos pensar que el próximo año será muy importante para comprender y develar los recursos y usos que los estudiantes desenvuelven en el ambiente del aprendizaje virtual.
Todo lo cual podrá ser profundizado a los efectos de mejorar las condiciones y oportunidades de aprendizaje, ofreciendo así la evidencia que estamos esperando desde que la educación a distancia virtual se instaló en el contexto educativo y de formación humana en general.
3. El m-learning se expandirá y consolidará favoreciendo el avance de la educación transnacional.
Es muy probable que en 2015 el aprendizaje móvil u ubicuo llegue a su expansión mejor lograda. Y ello en razón de dos factores principales:
- por un lado, la evolución tecnológica
- y, por otro, la ductilidad de los nuevos usuarios, para quienes Howard Gardner ya viene identificando cambios significativos en el modo de integrar los procesos intelectuales en razón del uso de las apps.
Este avance será significativamente importante para quienes ofertan cursos online, ya que tendrán primacía aquellas propuestas abiertas, trasnacionales, con o sin certificación válida a nivel universitario.
Estas elecciones de los usuarios obedecen a que cada vez más se busca y se escoge lo que se necesita en términos de información y conocimiento, por encima de acreditaciones y credenciales que tradicionalmente sí tuvieron mayor envergadura y pregnancia.
4. Los usuarios de la educación virtual se mostrarán cada vez más proclives a escoger las ofertas educativas no universitarias
Es muy probable que comience a crecer entre los usuarios la elección de formación continua y cursos cortos y concentrados en el logro de conocimientos y habilidades para alcanzar la efectividad y el desarrollo personal tanto como el liderazgo y la gestión de sí mismo.
Sin duda esta clase de elecciones no hace sino confirmar el modo como las universidades irán perdiendo -paulatinamente, como ya lo vienen haciendo- el liderazgo académico en términos de conocimiento válido para la sociedad en red (global).
jueves, 4 de julio de 2013
lunes, 24 de junio de 2013
Contenidos relevantes y actualizados
Los contenidos son la materia prima
de un curso y su tratamiento requiere considerar, además de la confrontación con el estado actual del conocimiento
disciplinar, los siguientes aspectos:
·
No todo contenido es susceptible de administrar
pedagógicamente a través de un medio ambiente virtual.
·
La elección del contenido para desarrollar un Curso
Virtual debe estar justificada y fundamentada.
· El desarrollo de contenidos es el costo individual más importante en la programación de un curso virtual. Representa aproximadamente el 60% del costo global de un curso.[1]
·
Se estima que el desarrollo de contenidos
virtuales requiere una mayor inversión
inicial de recursos, tiempo, planificación y diseño (600 hs de contenido + 420 hs de diseño)
·
Los contenidos actualizados son un bien escaso en la
Región.
·
Requieren de la intervención de expertos en el tema.
·
El autor de los contenidos debe comprender la diferencia
que existe entre sus conocidos y clásicos informes de investigación y las condiciones de apropiación que requiere
un texto destinado a un fin formativo.
·
Al importante: no olvidar que los contenidos deben ser
ricos y variados en propuestas ya que sustentan la motivación.
[1] Para una ampliación,
ver: Fontela, Marcos et al. Contenidos
de e-learning. Tendencias, procesos, recomendaciones. Buenos Aires , AXG
Tecnonexo, 2004.
lunes, 17 de junio de 2013
Aula Virtual: sus cuatro elementos fundamentales
Los cuatro
elementos a considerar: contenidos; procesamiento pedagógico de los contenidos;
tutoría virtual; herramientas y dispositivo tecnológico
Estamos seguros que es posible
adquirir información en toda clase de Aula Virtual; pero, debido a una
exigencia de tipo formativa entendemos que seria deseable que aquello se
aprenda no solamente sirva como una habilidad o conocimiento adquirido, sino,
particularmente, como una manera de reflexionar para mejorar e intervenir de
modo relevante en la realidad.
Para ello es indispensable que los
temas y conductas desarrolladas en el aula puedan ser valoradas al punto de
desear trasladarlas fuera de ellas, tal como si fuera una pauta integrada en
una nueva manera de ser y pensar el mundo.
Veamos este tema con más detalle.
Un Aula Virtual es, como cualquier
ambiente educativo, un espacio cultural. Sin embargo, no todas son capaces de
generar procesos sensibles a la socioconstrucción del conocimiento y a la
incorporación de lo que David Perkins denomina como “cultura de pensamiento”.[1]
Por eso, cuando pensamos en las condiciones que un
aula virtual debería mostrar para impactar en el aprendizaje y en la
experiencia formativa de manera relevante y positiva, se nos presentan cuatro
dimensiones ineludibles:
·
Contenidos: los que deben
ser relevantes, actualizados y eruditos.
·
Procesamiento
pedagógico: de los contenidos, lo que evita la sola presencia de la información.
Ello no refiere solamente a los elementos ilustrativos sino fundamentalmente a
la introducción de instancias que inviten a pensar, reflexionar y a dialogar
con el texto y el contexto social y cultural del Aula Virtual.
·
Tutoría
Virtual: gracias a lo cual es posible fomentar un clima y una cultura de
interacción entre los integrantes del aula, en donde se aprende a pensar con
otros, colaborativamente. Al mismo tiempo, los Tutores tienen la
responsabilidad de introducir retroalimentaciones significativas que permiten
ofrecer seguimiento evaluativo y autoevaluativo a los estudiantes.
·
Dispositivo
Tecnológico: refiere a las herramientas que facilitan la comunicación y la
interacción necesaria en la socioconstrucción del aprendizaje.
[1] Véase, para una
ampliación: Shari Tishman, David Perkins, Eilen Jay. Un aula para pensar. Aprender y enseñar en una cultura de pensamiento.
Buenos Aires: Aique, 1997.
martes, 23 de abril de 2013
Características de la enseñanza a distancia mediada por el uso de las TICs. Sus exigencias y desafíos en el ambiente universitario
Los avances de las TICs han producido cambios sustantivos en la forma
de concebir la educación a distancia, la que ahora puede comenzar a
desenvolverse bajo formatos que permiten abandonar las antiguas tendencias
funcionalistas y/o instruccionales. Pero al tiempo que avanza en sus
posibilidades también concentra, cada vez en mayor medida, una serie de
preocupaciones que es deseable analizar y considerar, particularmente en los
ámbitos en que se definen las políticas institucionales universitarias.
El estado actual de la problemática que plantea esta innovación puede
sintetizarse en las siguientes proposiciones, las que refieren básicamente a
las modificaciones que debería implementar la universidad de manera de hacer
frente a las expectativas de cambio generadas en torno a la introducción de las
TICs en la educación.
i) En primer
término, la incorporación de los nuevos formatos multimediales, también
conocidos como e-learning y educación virtual, requiere de un esfuerzo
institucional que supera ampliamente la dotación de infraestructura y
equipamiento. Las universidades que han demostrado ser exitosas en la
implementación de esta nueva modalidad, conservando pautas de calidad
académica, evidencian que se debe
reformular la concepción de enseñanza y aprendizaje y también, esencialmente,
la cultura y la organización institucional.
Ello involucra a profesores y alumnos, quienes ya no
podrán continuar haciendo lo mismo; a los vínculos que históricamente se han
establecido con el conocimiento, debido esencialmente a dos nuevas
características paradojales, su acelerada mutación
y su disponibilidad casi ilimitada; y
finalmente, concierne también al modo de entender la organización y
administración académica, la cual deberá asegurar transparencia y confiabilidad
tanto como apertura y esencialmente, flexibilidad.
ii) Si la organización de la universidad no es reconsiderada-criticada-cuestionada, el
cambio que moviliza hacia la enseñanza basada en tecnología generará la
aparición de pequeñas células de producción de innovación de la cual no podrá
nutrirse la cultura ni la institución como un todo.
En casi todas las universidades de la Región existe ya
alguna experiencia al respecto, pero generalmente estas iniciativas quedan a
cargo de personas individuales “que
entienden y manejan las TICs”, o
bien, bajo la responsabilidad de los grupos que antiguamente llevaron adelante
los departamentos y/o direcciones de educación a distancia. El riesgo de este
sesgo en la articulación de la innovación y cambio es bien visible: de un lado, la incorporación de las
TICs se convierte en un asunto meramente tecnológico y de escasa apropiación
para el colectivo universitario; del otro, en una nueva oportunidad para el
avance y la reinstalación de los discursos didácticos y pedagógicos, a veces
muy poco actualizados respecto de la problemática del conocimiento extenso (en
web) y los desafíos del futuro (tecnología, sociedad, desarrollo, trabajo en
colaboración, etc.).
En el trance hacia la transformación, Jorge Etkin[1]
diferencia con lucidez lo que puede implicar la conservación en la perspectiva de la autoorganización o bien,
la apertura hacia el conflicto disruptivo. En el primer caso, la entidad se
cierra sobre sí misma, reiterándose en lo cotidiano, sosteniéndose con ánimo
autopoiético. En el segundo, abre a la discontinuidad del pensamiento y por
tanto, remueve la plataforma de creencias e ideas sentidas hasta entonces como
propias. Por ello nos aventuramos a pensar que la innovación educativa, como
espacio necesariamente recreativo y reflexivo, es un camino todavía abierto y
virgen, deseoso de ser recorrido.
iii) Lo dicho hasta aquí enfatiza una idea que puede
resultar interesante para comprender el modo como la innovación tecnológica
puede contribuir al cambio, esencialmente porque la educación superior no puede
permanecer ajena al potencial que aportan las TICs.
En efecto, no se trata tan sólo de mejoras en el plano
de la enseñanza y el aprendizaje, sino de nuevos escenarios para el trabajo en
red y colaborativo, para la formación de competencias y destrezas en el plano de la información y la
comunicación, las que son y serán demandadas a los egresados universitarios
para su inserción social y laboral. En consecuencia, las universidades deben
comprender que la migración hacia la enseñanza basada en las TICs implica un
cambio en el modelo pedagógico y que éste exige, a su vez, un cambio en el
modelo organizativo, particularmente porque no es posible seguir haciendo lo
mismo y/o reproduciendo las estructuras ya conocidas.
La virtualidad se plantea así como una oportunidad
para cuestionar lo ya establecido y poder avanzar creativamente hacia espacios
de mayor flexibilidad y plasticidad en la construcción del conocimiento. En
palabras de Duart y Sangrá: la
universidad deja de ser un templo del saber localizado físicamente y
temporalmente para convertirse en un espacio compartido y abierto de
construcción del conocimiento y facilitador de aprendizajes.[2]
iv) Aún cuando el
papel de la tecnología esté esclarecido y sea concebido como un “medio” para el
logro de la enseñanza y el aprendizaje, las universidades deberán hacer el
esfuerzo de ajustar sus presupuestos de modo que pueda contarse con equipos
interdisciplinarios que faciliten el diseño
formativo de los materiales de estudio.[3]
Ello implica la producción de textos didácticamente presentados, los que
requieren de aportes pedagógicos, disciplinarios, administrativos y
tecnológicos.
Para el logro de esta clase de desarrollo la
universidad debería facilitar apoyos e incentivos que favorezcan la
consolidación de una masa crítica (entre sus profesores) interesada en crear y
ofrecer a los estudiantes no sólo actividades, sino esencialmente oportunidades
de aprendizaje. Como lo afirma Tony Bates: Para enseñar con la tecnología se requiere
un alto grado de destreza, y esto exige una formación no sólo en cuestiones
técnicas, sino también en la práctica educativa.
v) En las
universidades de América, es preciso asumir que las consecuencias de tener una
sociedad basada en información lleva a consolidar el proceso de transición
hacia la sociedad del conocimiento en
la que la educación superior deberá asumir algún papel. Sin embargo, para
lograr su pleno desarrollo y, más aún, para derivar de su intervención acciones
que beneficien el desarrollo social, será preciso:
§ Una
acción más esclarecida y activa por parte de las universidades, las que deberán
acelerar su paso de la difusión a la producción de conocimientos, dejando así
una porción mayor de esfuerzos financieros y humanos destinados a la innovación
y la investigación.
§ Para
que las instituciones de educación superior puedan dar este salto evolutivo se
deberán crear nuevos modelos de gestión, en los aspectos organizativos y
también en la forma de concebir la génesis del conocimiento.
§ En un enfoque de esta naturaleza parece importante dejar
a la creatividad y la innovación un papel y un rol que hasta el presente ha
estado ausente en las universidades más tradicionales.
Las investigaciones en torno a los entornos virtuales de
aprendizaje, a sus instrumentos y métodos, pueden ser un excelente camino para
descubrir el modelo formativo que requiere una perspectiva social del
conocimiento aplicado a los problemas y necesidades de la Región.
[1] Etkin, Jorge. “El
determinismo y los rasgos de autonomía en las organizaciones”. En: Enfoques, octubre 2004, 10, pp. 77-82.
[2] Véase en: Duart,
Joseph M. y Sangrá, Albert. “Formación universitaria por medio de la web: un
modelo integrador para el aprendizaje superior”. En Duart, J. y Sangrá, A.
(Comp.), Aprender en la virtualidad,
Barcelona, Gedisa, 2000, pp. 42.
[3]
Para una ampliación acerca del constructo “diseño formativo”, recomendamos ver:
Duart, Joseph M. y Sangrá, Albert. “Aprendizaje y virtualidad: ¿un nuevo
paradigma formativo?”. En Duart, J. y Sangrá, A. (Comp.), Aprender en la virtualidad, Barcelona, Gedisa, 2000, pp. 18-20.
Etiquetas:
E Learning,
Educación Virtual,
Enseñanza mediada,
Impacto de las tecnologías en la educación,
Mónica Luque,
nuevas tecnologías,
TICs,
Universidad
miércoles, 17 de abril de 2013
Lanzamiento Portal Educativo de ISTEC
Con motivo del lanzamiento del Portal Educativo de Istec (www.istec.org) a continuación se incluye una entrevista que se me hizo y ha aparecido publicada en América Learning Media
Muchas gracias por el apoyo y por seguirme por este medio. Espero vuestras contribuciones, reacciones, críticas y sobre todo sus propuestas (recuerden que este espacio no es mío sino nuestro).
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